miércoles, 27 de octubre de 2010

TALLER DEL GEÒGRAF.1.10

DOCUMENT DE TREBALL -10


EL CAMBIO CLIMÁTICO ES UN PROBLEMA GLOBAL QUE REQUIERE RESPUESTAS GLOBALES Y LOCALES
I.1 Presentación del problema
El Cambio Climático es un hecho irrefutable, calificado de “inequívoco”, y con impactos que son ya importantes. Sabemos que un calentamiento global promedio en la superficie terrestre superior a los 2ºC provocará muy probablemente efectos irreversibles en los ecosistemas, y por ende en las sociedades humanas, incluyendo la economía y la salud.
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La era de utilización de los combustibles fósiles ha venido acompañada de tasas de crecimiento del PIB, y de los niveles de vida muy importantes y la aspiración de mantenimiento y generalización de altas cotas de bienestar debe hacerse compatible con la necesidad de reducir las emisiones de aquí a 2050 a un nivel compatible con el objetivo de no incrementar en más de 2ºC la temperatura media de la superficie del Planeta. No es de extrañar, por tanto, que la pregunta acerca de cuáles van a ser las implicaciones económicas y sociales del cambio de modelo aparezca con fuerza en el debate actual.
Las fuentes de los gases de efecto invernadero (GEI) son múltiples: quema de
combustibles para generación de electricidad, transporte, procesos industriales, agricultura, turismo, vivienda… Las emisiones de estos gases están profundamente ligadas a nuestro modelo de sociedad y nuestro consumo energético y no solemos ser conscientes de la multitud de actos cotidianos asociados a emisiones de gases de efecto invernadero.
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Los esfuerzos para reducir las emisiones mejoran la calidad del aire y de vida en nuestras ciudades, proporcionan ahorros en energía, facilitan la financiación de la transición tecnológica a una economía de baja intensidad en carbono, y pueden promover empresas más competitivas y con mayor potencial de exportación de bienes y servicios con alto contenido tecnológico. Entre los beneficios adicionales que cabe esperar se encuentran las nuevas oportunidades en el sector servicios y en la agricultura, asociados al cambio en los usos de la tierra que se convierte en un factor útil para producir, entre otras cosas, materias primas para el sector energético.
I.3 El contexto internacional
El Protocolo de Kioto fue aprobado en el año 1997 durante la tercera Conferencia de las Partes del Convenio y entró en vigor el 16 de febrero de 2005.
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A España le corresponde limitar en un 15% el crecimiento de sus emisiones durante el período 2008-2012.
Pero, además, el Protocolo de Kioto y sus mecanismos de flexibilidad han inducido e inspirado la creación de un mercado de derechos de emisión de ámbito comunitario.
Efectivamente, la Unión Europea puso en marcha el 1 de enero de 2005 el mercado de CO2 más ambicioso hasta la fecha (Directiva 2003/87/CE).
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La importancia de este mercado radica en que pone precio a la emisión de CO2, de forma que se crea un incentivo económico para evitar o reducir las emisiones allí donde sea económicamente más eficiente. A fecha de hoy, el precio de la tonelada de CO2 (período 2008-2012) en el mercado comunitario se sitúa en torno a 20 euros.
CAMBIOS OBSERVADOS EN EL CLIMA. EVIDENCIAS DEL FENÓMENO
Las observaciones muestran un aumento de temperatura en el aire y en el océano, del ritmo de deshielo de los glaciares y capas de hielo y una elevación del nivel del mar. Durante los últimos 100 años, la superficie de la Tierra se ha calentado en un promedio de 0,74 ºC, y el ritmo de calentamiento se ha acelerado desde la década de 1970.
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Europa se ha calentado en promedio aproximadamente 1 ºC en el último siglo, a un ritmo mayor que el promedio global, y España se ha calentado en promedio más que el promedio europeo (entre 1.2 ºC y 1.5 ºC). Así, durante el siglo XX, y particularmente en su último tercio, las temperaturas en España han aumentado de forma general, siendo este efecto especialmente acusado en primavera y verano.
Escenarios de precipitación
En todas las regiones se proyecta una tendencia progresiva a la disminución
España, por su situación geográfica y características socioeconómicas, es muy
vulnerable al cambio climático y ya se está viendo ya afectada. Los impactos del cambio climático pueden tener consecuencias especialmente graves, entre otras, en lo referente a la disminución de los recursos hídricos y la regresión de la costa, a las pérdidas de la diversidad biológica y alteraciones en los ecosistemas naturales,
La adopción de medidas de adaptación al cambio climático en el sector de los recursos hídricos es necesaria y urgente, aplicando el principio de precaución y preparando un proceso de planificación, organización, esfuerzo y eficiencia que resultará muy rentable a largo plazo.
Evaluación general de los impactos, vulnerabilidades y medidas de adaptación al cambio climático.

Zonas costeras
La costa es una compleja zona muy dinámica donde suceden numerosos procesos físicos, químicos y biológicos e interactúan flujos provenientes de tierra, el océano y la atmósfera. El impacto del cambio climático sobre ella puede tener consecuencias de gran relevancia. En España, la costa alberga elevados valores ambientales y mantiene una serie de actividades econóicas de notable importancia, entre las que destaca el sector turístico (en la actualidad, la franja costera recibe el 80% del turismo en España, lo que represente el 8% del PIB, aproximadamente 70.000 millones de euros) y el transporte marítimo, tanto sobre el medio natural como sobre diferentes sectores socioeconómicos.
Entre las presiones del cambio climático y sus posibles impactos en el medio físico costero pueden citarse las siguientes: un aumento del nivel del mar puede producir inundación, erosión costera, aumento de la intrusión salina y pérdida de humedales costeros; un aumento de la temperatura del agua del mar puede conducir a cambios en el sistema circulatorio y al aumento de las proliferaciones de algas; una variación en el oleaje puede dar lugar a importantes cambios en los procesos de erosión costera, formas de las playas o pérdida de la funcionalidad y estabilidad de obras marítimas.
En términos generales, el nivel del mar ha venido aumentando globalmente en el mundo entre 1961 y 2003 con una tasa media de 1.8±0.5 mm/año, aunque con importantes diferencias regionales. En España los datos disponibles indican que el nivel del mar ha aumentado en el norte de la península, durante la segunda parte del siglo XX, entre 2 y 3 mm/año. Las tendencias observadas en el Mediterráneo son algo menores.
Las proyecciones futuras de elevación del nivel medio del mar en España, para el horizonte del año 2050, dan un valor mínimo de 15 cm., en consonancia con los órdenes de magnitud señalados en el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC.
Además, se ha observado durante los últimos 50 años un aumento importante de la altura de ola en las fachadas cantábrica y gallega, cambios en la dirección del oleaje en parte de los archipiélagos y de forma muy marcada en el norte de Cataluña. El clima marítimo general tiende a suavizarse en la zona de Cádiz. Del análisis realizado, se prevé para 2050 un aumento muy probable de la cota de inundación en toda España especialmente en la cornisa gallega y norte de Canarias con valores de hasta 35 cm y de 20 cm en el litoral mediterráneo, conduciendo a un mayor riesgo de eventos de inundación. El aumento del nivel del mar producirá además un retroceso de las playas con valores probables de hasta 15 m en Canarias, Huelva y Cádiz. No obstante, los cambios observados en la dirección del oleaje pueden dar lugar a daños más severos sobre las playas especialmente en la Costa Brava, Islas Baleares y sur de Canarias donde pueden llegarse a alcanzar retrocesos de hasta 70 m.
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El caso español
España es un país con una dependencia energética muy alta, a pesar de lo cual han tenido lugar unos muy escasos logros en eficiencia. Hasta 2005, el crecimiento del consumo de electricidad era claramente superior a la media europea y también el de energía primaria, aunque partiendo de valores inferiores a los medios en Europa, mientras que la intensidad energética seguía una tendencia creciente, contraria a la observada en la UE-15. El potencial para nuevas instalaciones hidroeléctricas grandes está prácticamente agotado. La utilización de carbón nacional se ha venido reduciendo gradualmente, a causa de un conjunto de factores económicos, sociales y medioambientales. La energía nuclear cuenta con una considerable oposición pública y el uranio que se emplea en las centrales españolas se compra y enriquece en el extranjero. Existen unos abundantes recursos renovables en energía solar, eólica y biomasa que se están desarrollando muy activamente –aunque de forma desigual- con el apoyo de un sistema de primas, pero que precisan otras fuentes de generación de electricidad complementarias, dado el carácter intermitente de las dos primeras mientras no se logren avances en técnicas de almacenamiento e hibridación. El esfuerzo en I+D de largo plazo en el sector energético es insuficiente, en este caso en sintonía con la tendencia reciente de la Unión Europea y mundial. La insuficiencia de los recursos que actualmente se dedican a la búsqueda de soluciones y la ausencia de un debate social sobre este asunto son signos de que la gravedad del problema no es aún percibida.
V.3.4 Las grandes líneas de solución
Son bien conocidas las grandes líneas de actuación que se necesitan para encaminar el actual modelo energético hacia una senda de sostenibilidad. Obviamente la dificultad está en su aplicación, tanto en el ámbito de cada país como en la necesaria coordinación de esfuerzos entre los distintos países, lo que supone una tarea de una dimensión gigantesca. Por el lado de la demanda será preciso utilizar medidas de ahorro y eficiencia energética, para desacoplar en lo posible el crecimiento económico del aumento del consumo de energía. Por el lado del suministro de servicios energéticos habrá que recurrir a tecnologías con bajas emisiones de GEI. Las tecnologías actualmente disponibles permiten conseguir una economía baja en carbono aunque habrá que seguir haciendo un importante esfuerzo de I+D en tecnologías energéticas y, sobre todo, en la modificación sustancial de las estructuras y dispositivos energéticos. Finalmente, para que la población acepte y apoye todas estas medidas va a ser preciso un esfuerzo muy importante de educación y concienciación de la opinión pública.
AHORRO Y EFICIENCIA ENERGÉTICA EN LOS CONSUMOS FINALES
Estas acciones incluyen la correcta aplicación de precios de la energía que reflejen la totalidad de los costes incurridos o, en su caso, los precios de mercado, con la diferenciación temporal que corresponda; las normas o estándares de eficiencia; las auditorías energéticas; las campañas de información, divulgación y concienciación; los incentivos financieros y fiscales; la planificación urbanística o de infraestructuras; los acuerdos voluntarios entre administración y empresas; o el apoyo a la I+D para desarrollar nuevas tecnologías energéticas.
Sector transporte
El cambio de tendencia en las emisiones del sector transporte sólo puede conseguirse con una acción política decida que cubra los siguientes ámbitos: a) mejoras tecnológicas en vehículos y combustibles para aumentar sustancialmente el rendimiento energético de los transportes de personas y de mercancías; b) cambio en la distribución modal de mercancías; dando prioridad al ferrocarril y al transporte marítimo c) mejora en la distribución modal de la demanda interurbana de viajeros; d) mejora en la distribución modal de la demanda urbana de viajeros, reducción de la longitud y número de viajes motorizados, realizando una apuesta mucho más rotunda por el transporte colectivo y por el no motorizado; e) uso eficiente de los vehículos; f) potenciación del uso de las nuevas tecnologías para evitar desplazamientos; y g) fiscalidad de productos petrolíferos, impuestos de matriculación y circulación, y regulación del estacionamiento.
Sector residencial, comercial e institucional
Se trata de un sector con una contribución muy relevante al consumo energético y a las emisiones de GEI, en el que un incremento drástico en el ahorro y eficiencia energética se ve dificultado por los siguientes factores: a) los ciudadanos demandan niveles crecientes de confort, lo que generalmente supone –aunque no necesariamente- mayor consumo energético; b) la vida útil de los edificios es muy larga (las posibles actuaciones sobre edificios ya existentes es, aunque relevante, más limitada); c) el edificio es una instalación compleja, sin que exista en España una tradición de incluir criterios energéticos en su diseño y mantenimiento; d) la normativa existente, a pesar de haber mejorado recientemente, deja todavía que desear en lo relacionado con los indicadores y fijación de objetivos, y en los procesos de certificación; sin que haya dado tiempo todavía para evaluar el grado de efectividad.

Sector industrial
Se ha comprobado que muchas industrias podrían reducir apreciablemente su consumo energético, pero que para hacerlo necesitarían realizar cambios tecnológicos en su proceso de fabricación. Estas modificaciones son rentables a largo plazo, pero a las empresas les puede interesar más llevar a cabo otras inversiones o incurrir en otros gastos con una rentabilidad mayor en el corto plazo. Lo anterior es la causa de que muchas inversiones en ahorro y eficiencia energética que serían rentables no se lleguen a realizar.
PRODUCCIÓN DE ELECTRICIDAD Y DE COMBUSTIBLES Y OTRAS TRANSFORMACIONES ENERGÉTICAS
VII.1 La producción de electricidad y calor
Las economías de escala y la disponibilidad de carbón, gas y petróleo han permitido el dominio de las grandes centrales térmicas con combustibles fósiles en la producción de electricidad. Sin embargo sus emisiones de CO2 y la previsible falta de disponibilidad a medio plazo de petróleo y de gas a precios asequibles son graves inconvenientes. Por otro lado, las tecnologías renovables hoy conocidas pueden facilitar una rápida disminución de las emisiones de GEI, con importantes ventajas añadidas. Su evolución tecnológica y reducción relativa de costes, junto con nuevas tecnologías de combustión más eficientes, la captura y almacenamiento de las emisiones de CO2, y un aprovechamiento más completo de la energía de los combustibles fósiles con cogeneración y generación distribuida se presentan como las opciones de futuro más relevantes.
Todas estas opciones por sí solas no constituyen una solución completa al problema de las emisiones de GEI en el sector de generación eléctrica. Es fundamental que las tecnologías no emisoras alcancen un grado de desarrollo e implantación muy superior al que hoy muestran.
Generación eléctrica con energías renovables
VII.2.1 Energía hidráulica
Parece haber un interesante potencial de aumento de este tipo de centrales, para lo que habría que agilizar las gestiones administrativas para la puesta en servicio de pequeñas centrales abandonadas en algunos ríos españoles, por falta de rentabilidad económica para sus concesionarios o por otras razones que habría que revisar.
Energía eólica
La eólica es la tecnología renovable con mayor crecimiento en los últimos años.
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Entre los inconvenientes se encuentra su impacto visual, la ocupación del territorio y la necesidad de mantener una operación segura del sistema eléctrico.
Energía solar
La tecnología solar es, entre las renovables, la que presenta un mayor potencial por su gran disponibilidad del recurso básico en España.
Otras energías renovables
Los expertos están considerando que puedan jugar un papel en un futuro no muy lejano las energías marinas, (olas, etc.) y la geotermia.
Centrales termoeléctricas de combustibles fósiles
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La sustitución de centrales térmicas de carbón por centrales térmicas de gas ha sido y es una buena herramienta para reducir a corto plazo las emisiones de CO2 en el sector de generación eléctrica.
Energía nuclear
Existe un debate abierto sobre la llamada opción nuclear, con posicionamientos muy acusados a favor y en contra, tanto en España como en otros países.
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La gran mayoría de los argumentos en contra de la expansión de la energía nuclear en el sector energético tienen que ver con la seguridad de almacenamiento de los residuos radioactivos, de los riesgos de accidentes imprevisibles, de y los derivados los usos no civiles de la energía nuclear, en un escenario de proliferación descontrolada de instalaciones nucleares por todo el mundo
Biocarburantes
Una mayor utilización de biocarburantes en principio tiene como aspectos positivos la reducción de las emisiones de CO2 (según muestran los Análisis de Ciclo de Vida más recientes realizados en España) y la disminución de la dependencia del petróleo, mientras que tiene en contra el mayor coste y la posible competencia con otros usos – como la producción agrícola con fines alimentarios.
Residuos
Las medidas adicionales deberían centrarse en la reducción de la tasa media de
residuos por habitante, la recuperación de las emisiones de metano de los vertederos y la reducción de las emisiones de metano en el tratamiento de aguas residuales.

QÜESTIONARI
1.- Enumera actuacions quotidianes que comporten l’emissió de gasos d’efecte hivernacle.
2.- Podem parlar que s’hi poden produir beneficis per culpa del canvi climàtic? Raona-ho.
3.- Què és el mercat de drets d’emissió de CO2?
4.- Podem crear noves centrals hidrològiques en Espanya?
5.- Ha començat a notar-se en Espanya el canvi climàtic? Quines són o seran les seues conseqüències?
6.- Comenta la incidència, els efectes, del canvi climàtic en les costes espanyoles.
7.- Quines seran, al teu parer, les mesures d’estalvi i eficiència energètiques més importants en el sector del transport?
8.- Com haurien de reaccionar les indústries?
9.- Anomena les principals classes d’energies renovables.
10.- Quin és el paper de les diferents energies renovables en la mitigació del canvi climàtic en Espanya?